Hubo un hombre que pasó por esta tierra. Se llamaba José, maestro de profesión. De esos que descubren su vocación junto a los niños. No cualquier niño, los que estaban en las calles, sin opción de aprender en una escuela. Él se la proporcionó, una escuela popular, la primera. Luego vendrían más y más… y luego una mujer llamada Paula seguiría su intención con las niñas.
Hace años en tutoría fusioné una letra de Pedro Guerra con unas imágenes de prensa sobre los niños «ocultos» de la calle, parte del mobiliario urbano. Esos niños los vió Jose de Calasanz. Hoy celebramos su fiesta.
Feliz día amigo profesor, allá donde estés acércate a este gran hombre.
Mi regalo para todos es este vídeo.
http://youtu.be/nIWYzciXvoo
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