A solas ‘eras’… en grupo ‘te comportabas’…

Esta semana vino a visitarnos al colegio un exalumno, que llegó al colegio el fatídico curso de pandemia. Su breve paso por el colegio, tan solo dos cursos, fue muy intenso. [sarcasmo off] Tuve la fortuna de ser su tutor cuando llegó expulsado de otro centro. Tardó poco en darse cuenta de que sus compañeros eran un público ideal para sus salidas de tono. Le reían todas sus gracias, le hicieron crecerse y él se vino arriba. Años después ya no le gusta que sus compañeros se quedaran con ese rol, ya no le gusta oir «eras un fenómeno» que sigue evidenciando en qué destacaba.

Pero a solas, podías ver el corazón que había dentro, a solas me entendía cuando le confrontaba y lo intentaba aunque durase poco, a solas le vi emocionarse varias veces hablando de sus padres y sus hermanas, sintiendo lo que suponía para ellos su forma de actuar. Fui testigo. El miércoles, pudimos ver cómo ha aflorado esa bondad. Vino expresando, con voz muy firme y mirándonos a los ojos, su agradecimiento a cada uno de los profesores que se encontraba por el colegio. Sus frases sinceras llegaban como un cálido abrazo en medio de la vorágine que supone el final de curso y nos susurran que tenemos la profesión más bonita del mundo. Una compañera le insistía que viniera a dar una charla a los alumnos, fue tan reconfortante su testimonio. Hace años cuando le proponíamos lo mismo a otro exalumno nos contestó: «da igual que se lo cuente, tienen que verlo ellos, como me pasó a mi» y creo que tiene toda la razón.

Cuando el miércoles confesabas que habías sido un ca***ón, recuerda siempre este matiz: «no eras un ca***ón, te comportabas como un ca***ón».

Gracias por venir a compartir, te deseamos lo mejor.

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